Misión 

Defender y dar voz a víctimas de violencia sexual y doméstica a través de proyectos de atención, sensibilización y prevención que sean creativos e innovadores a nivel artístico, educativo y cultural. La Casa Mandarina AC está comprometida en la lucha por la no-violencia y los derechos de las mujeres y la infancia al romper el silencio, sanar el trauma y revolucionar el sistema y las políticas que impactan a las víctimas de violencia de género.

Visión

La Casa Mandarina AC quiere terminar con la violencia sexual y domestica a través de la ruptura de la cultura de violación, el cambio en la manera en que la sociedad responde a la violencia de género, la reinserción de las víctimas en la comunidad y la modificación de las políticas públicas hacia una justicia transformativa.

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Objetivos

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• Posicionar a La Casa Mandarina AC como la organización mexicana experta, pionera y referente, a nivel nacional e internacional, en el tema de violencia sexual y doméstica, en particular del abuso sexual infantil, y ser reconocida por sus intervenciones y resultados.

• Defender y acompañar a las víctimas de violencia sexual y doméstica, sus familias y comunidades ofreciendo atención integral para sanar el trauma a través de técnicas innovadoras. Empoderar a lxs sobrevivientes a que retomen el control de su vida.

• Utilizar el ARTivismo para crear acciones, interseccionales e incluyentes, que terminen con la cultura de violación.

• Sensibilizar a la sociedad a través de estrategias y proyectos creativos e innovadores a nivel artístico, educativo y cultural que visualicen la violencia sexual y doméstica, generen herramientas educativas de prevención y contribuyan a la transformación social con un enfoque anti-opresión, feminista y de derechos humanos.

• Abrir un nuevo paradigma en la forma en la que la sociedad responde a la violencia sexual y doméstica y generar un impacto educativo, social y cultural a corto y largo plazo. Atender este problema social y de salud que ha sido ignorado por las políticas públicas y silenciado por la sociedad.

• Construir espacios para sanar dando voz a las víctimas y contribuir a la prevención de la violencias sexual y doméstica en generaciones futuras. Promover la cultura del respeto y del consentimiento.

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• Legitimar historias de violencia sin pedir pruebas a las víctimas. Construir una cultura de aliadxs y no de cómplices y una sociedad que apoye a las víctimas en vez de avergonzarlas.